Navegar en otoño, en invierno o en primavera también puede ser un placer que nos permitirá disfrutar de nuestra travesía y de nuestros fondeos favoritos sin las aglomeraciones del verano y con la máxima tranquilidad.
Lo único que necesitaremos es una mayor previsión y precaución, ya que las temperaturas son inferiores, la noche cae antes y el tiempo cambia más rápido.